A pesar de lo moderno y excitante que pueda parecer el mundo de la ciencia del ejercicio, sigue dominando un tipo de pensamiento que ha sido promulgado y reverenciado por los griegos de la Antigüedad, sobre todo Aristóteles y Platón. Este modelo de pensamiento se basa en el concepto de que todo puede ser polarizado en categorías tales como claro u oscuro, todo o nada, positivo o negativo, par o non, activo o inactivo, fuerte o débil, correcto o incorrecto, blanco o negro, derecho o izquierdo, arriba o abajo, frio o caliente y así sucesivamente. Todo pertenece a una categoría o a otra, pero no a las dos a la vez.
En el mundo del entrenamiento del acondicionamiento físico hallamos una serie de estas polaridades como entrenamiento aerobio frente a anaerobio, entrenamiento cardiovascular frente a entrenamiento de la fuerza, entrenado frente a desentrenado, músculos de contracción lente frente a músculos de contracción rápida, músculos estáticos frente a músculos dinámicos, músculos impulsores frente a músculos estabilizadores, fisico frente a mental.
La acción potencial propagada por los nervios es causada por las neuronas activas o desactivadas, con fluctuaciones potenciales no propagadas por debajo del umbral que suelen ignorarse.
El entrenamiento cardiovascular se considera como puramente cardiovascular, con procesos pulmonares y cardíacos que no implican al metabolismo anaerobio. La flexibilidad se desarrolla mejor con estiramientos lentos y estáticos. La hipertrofia muscular se desarrolla mejor con 8-12 repeticiones de entrenamiento con carga; la fuerza con 3-5 repeticiones; la potencia con 1-3 repeticiones.
Los ejercicios contraindicados producen lesiones específicas. El entrenamiento aerobio se produce por debajo del punto de inflexión o umbral de lactato, mientras que el entrenamiento anaerobio se produce por encima de esta zona.
En la periodización hay un tipo de entrenamiento para la fase preparatoria y otro para la fase competitiva. En cada caso se define el territorio.
Las pruebas, el entrenamiento y las investigaciones se producen de forma invariable dentro de unos límites numéricos bien definidos; el reconocimiento dado a la vaguedad o a la incoherencia es escaso.
Durante la década de 1920, el lógico polaco Lukasiewicz desarrolló un sistema lógico de valores múltiples en el cual las proposiciones podían asumir cualquier valor fraccionario entre 0 y 1. En 1937, Max Black escribió un artículo titulado: "Vaguedad: ejercicio de análisis lógico" en la revista Philosophy of Science, en el que aplicó la lógica de los valores múltiples a series de objetos, tras lo cual desarrolló las primeras curvas de valores múltiples (incoherentes).
El mundo científico tomó escasa nota de estos trabajos iniciales hasta que en 1965 Lofti Zadeth en la Universidad de California, Berkeley, publicó su artículo "Series incoherentes" en la revista Information and Control, en el que aplicó la lógica de Lukasiewicz a cada elemento de una serie.
Sin embargo, no fue hasta mediados de la década de 1970 cuando se llevó a la práctica la lógica incoherente gracias a Ebrahim Mamdani, del Queen Mary College de Londres, para lo cual diseñó un controlador incoherente para una máquina de vapor. Desde entonces, sobre todo los japoneses han aplicado la lógica incoherente para controlar cientos de productos electrónicos, aplicaciones caseras y redes de transporte en lo que se ha convertido en una industria multimillonaria.
La lógica incoherente es un sistema lógico basado en el reconocimiento de que todo es cuestión de grados. Por ejemplo, un escrutinio riguroso de las investigaciones muestra que ninguna actividad muscular es aerobia o anaerobia al 100%. En cualquier momento, la actividad conlleva un porcentaje de ambas.
La lógica incoherente es un sistema que permite tratar las sombras, incertidumbres y vaguedades que tipifican muchos aspectos de la vida.
Dentro de la fisiología del ejercicio, actuar con cautela nos evitará aplicar con rigidez conceptos tales como "umbral de lactato" o cualquier otro umbral o punto de inflexión, pues eso implica que hasta alcanzar ese nivel, el contenido de lactato es mínimo y que una fracción por encima de ese nivel, el contenido de lactato es repentinamente abundante. En múltiples situaciones fisiológicas, la identificación de cambios de estado que se producen en niveles cuantitativamente precisos oculta el hecho de que los cambios se producen dentro de un amplio grado que desarrolla una pendiente relativamente empinada o gradual. Así pues, un deportista que compita en una distancia calcula su paso considerando la facilidad o dificultad que siente en mantenerlo. Nunca actúa según mediciones absolutas, cálculos precisos o aumentos del porcentaje que aseguran que su pulso es exactamente 145 latidos por minuto. En muchos aspectos de la vida controlamos procesos según como nos parecen que pueden ser, desde imponer una presión apropiada al pedal del freno para parar un coche a tiempo hasta lanzar una pelota con precisión en la práctica de béisbol.
Los científicos consiguen realizar análisis muy precisos en condiciones de laboratorio, pero los deportistas no pueden conseguir un rendimiento concreto mediante la estipulación de valores exactos de todo lo que hacen. Un powerlifter tiene que juzgar en competición cuándo la profundidad de la sentadilla es suficiente para pasar la aprobación de los jueces, lo cual determina por medios subjetivos basados en la experiencia. Está claro que los deportistas emplean de forma continuada conceptos vagos como "demasiado rápido", "demasiado lento" o "que está bien" para lograr la excelencia deportiva.
Ningún análisis biomecánico o fisiológico ha tenido éxito hasta el momento a la hora de medir todas la variables implicadas en la consecución de récords mundiales o para enseñárselas a los deportistas con el fin de mejorarlas. Dicho de otro modo, el rendimiento deportivo es más propio de la lógica incoherente e incierta que de fórmulas matemáticas precisas.
La esencia de la lógica incoherente es la de permitirnos emplear descripciones inexactas o aparentemente vagas sobre procesos para mejorar el rendimiento actual de sistemas que emplean inadecuadamente una precisión injustificada en sus sistemas de control.
Empleando la lógica incoherente para explicar la relación entre la duración (o intensidad) de una actividad en cualquier momento y las contribuciones de los tres procesos energéticos principales del cuerpo, entendemos que esto depende de las distintas contribuciones concurrentes de los sistemas de energía a corto, mediano y largo plazo. Esto nos permite pensar menos en que una actividad es aerobia y otra anaerobia, y planificar el entrenamiento de modo que el equilibrio dinámico entre los tres mecanismos de energía se incline hacia la dirección más apropiada en cualquier deporte dado.
(Extraído de "Superentrenamiento" , Dr. Mel C. Siff, Dr. Yuri Verkoshansky)
Mi objetivo es transmitir un paradigma diferente del entrenamiento físico basado en la eficiencia, simplicidad e integridad para alcanzar los mejores y más rápidos resultados, bajo la premisa de respetar la individualidad adaptando el entrenamiento al atleta (sea o no deportista, para mi son todos atletas) y no a la inversa, priorizando la calidad del movimiento antes de buscar rendimiento, constituyendo lo que denomino Entrenamiento Inteligente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario