Siempre que comienza un año la tendencia de muchos es a replantearse viejas costumbres para modificar y proponerse nuevas metas a cumplir. Realmente es un buen momento para hacerlo, aunque se puede hacer a cualquier altura del año, creo que estas fechas tienen un poder especial, casi místico para algunos.
El entrenamiento y la buena nutrición son los hábitos a incorporar con el fin de mejorar la calidad de vida, sentirse más enérgicos y tener una mejor apariencia. El error más frecuente es pretender hacer un cambio radical, pasar de la nada al todo, de no entrenar a entrenar 6 días a la semana, de comer basura a convertirse al vegetarianismo, etc..
Vayamos por partes, dijo Jack....
En cualquier orden de cosas, siempre es mejor comenzar por cambios pequeños y una vez afianzados, recién incorporar otros. Buscar siempre alternativas simples y realistas, algo que usted sepa que puede cumplir con un pequeño esfuerzo y darle tiempo a adaptarse. Por ejemplo, respecto del entrenamiento, si usted no está realizando actividad física, no pretenda convertirse en atleta en un par de semanas, se estará asegurando el fracaso. En cambio, comenzar por incorporar sesiones muy cortas de ejercicio, por ejemplo de 5´ al día (sí, sólo 5´!), serán mucho más eficaces, simples y seguras de cumplir que intentar sesiones de 60´ o más desde el comienzo. Subir algunos pisos por escalera o caminar rápidamente varias cuadras son formas seguras y fáciles de incorporar movimiento, no requieren equipo ni indumentaria especial, no hace falta invertir un solo centavo para llevarlo a cabo.
Quitar lo malo
En cuanto a la nutrición, el mayor problema suele ser la tendencia a alimentos hipercalóricos, con alto índice glucémico, que disparan la insulina y esta disminuye drásticamente el contenido de glucosa en sangre, generando sensación de languidez, lo que genera un circulo vicioso y vuelves a comer para sentirte mejor. Entonces la mejor estrategia es evitar estos "picos" de insulina, para esto comience por quitar los alimentos con alto contenido de azucares y harinas, por ejemplo todos los panificados (galletas, pan, facturas), todo tipo de golosinas y las bebidas gaseosas. Con este cambio ya habrá mejorado sustancialmente su nutrición diaria y seguramente perderá algunos kilos en poco tiempo.
Tiempo de cambios
Cuesta tanto crear un mal hábito como uno bueno, solo es cuestión de perseverancia. Pero es muy difícil dejarlo, la mejor opción es reemplazar uno malo por uno bueno. Por esto, reemplaza una golosina por una fruta, el pan por verduras, la gaseosa por agua. Sube a tu departamento por la escalera, o camina varias cuadras cuando vuelves del trabajo. Haz esto sistemáticamente y pasadas algunas semanas de hacerlo estarás en condiciones de agregar más actividad física y mejor alimentación.
Anota estas modificaciones en un lugar visible y enfocate en cumplirlas día a día, no pienses en el resultado a largo plazo, sólo en cumplir aquí y ahora, sin darte cuenta te sentirás y verás mejor.
Para que este año sea el mejor de tus años vividos hasta ahora, empieza hoy mismo cambiando de hábitos.
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