Desde hace varios años vengo experimentando con el entrenamiento inestable, los ejercicios unipodales y más recientemente, desde hace aproximadamente dos años, con el entrenamiento de suspensión. Todas estas variantes se caracterizan por generar una gran demanda del “core” sin necesidad del uso de grandes cargas externas. La musculatura profunda y superficial del abdomen, músculos de la cadera, músculos de la columna lumbar, dorsal y cervical están involucrados en la estabilidad general y en la transferencia de tensiones fundamentalmente desde el suelo a través del tren inferior y también superior.
La FitBall (Pelota Suiza, Balón de estabilidad, etc) resulta un elemento muy versátil con el que se pueden generar algunos protocolos y progresiones interesantes. En este caso les muestro una progresión desde el nivel más básico hasta el de mayor intensidad para el trabajo de lumbares, glúteos e isquiotibiales.
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