"Es el tono muscular, sin dudas, la manifestación visible y tangible de toda la historia y problemática afectiva y emocional de una persona. Así como cada episodio de la vida sentimental de un ser humano deja su secuela a la manera de "suceso imborrable" (evocable o no), igualmente dicha huella queda sellada a nivel muscular.
Cada conflicto, represión o frustración queda guardada en la "memoria muscular", dejando su impronta somática casi imperecedera. Por ello no resulta extraño el hecho de que ciertas personas presenten inusitados acortamientos en ciertos músculos y en otros no. Tampoco debe sorprender el que ciertos días estemos más o menos flexibles que otros, a pesar de entrenar sistemática y continuamente esa capacidad.
El tono muscular elevado puede, en ese sentido, dar cuenta de como ha sido el día de la persona: sus peleas, discusiones, miedos, agresiones recibidas, etc. Lo importante, desde el punto de vista didáctico, es aceptar la realidad de lo cambiante del tono muscular a los efectos de exigir lo justo en cuanto a amplitud de movimiento se refiere, evitando innecesarias lesiones por el solo hecho de pretender un incremento lineal ascendente de la flexibilidad lo cual, obviamente, difícilmente resulta viable."
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Del estimadísimo Mario Di Santo
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